¿Quién no ha escuchado comentarios, leído artículos y visto decenas de posts en redes sociales acerca del tema del momento? ChatGPT, la plataforma de chat basada en Inteligencia Artificial de OpenAI, irrumpió en escena con intenciones de cambiar el juego, y reabrió (o más bien, siguió generando) un viejo debate: ¿las herramientas de Inteligencia Artificial vinieron a transformar la Educación para bien, o a despersonalizarnos?
¿Qué es ChatGPT y por qué el sector académico lo mira con desconfianza?
La herramienta funciona como una suerte de evolución de los buscadores y una aliada para agilizar la generación de ideas, la creación de contenidos y la forma en la que muchas industrias trabajan actualmente.
No solo es capaz de encontrar la información que el usuario solicita, sino que la sintetiza y la presenta de forma que pueda ser entendida rápidamente.
ChatGPT que interactúa de forma conversacional. Es decir que es capaz de responder preguntas de seguimiento, admitir errores, y repreguntar. Está entrenado para seguir una instrucción y brindar una respuesta detallada.
Mientras la academia se pregunta fervorosamente sobre la aparición de esta tecnología (¿Puede ayudar a los estudiantes a hacer trampa? ¿Irá en contra de la capacidad de razonamiento individual? ¿Las tesis en adelante serán escritas por Inteligencia Artificial?), existe otro frente – compuesto por docentes, analistas, y especialistas en educación – que argumenta que las potencialidades de la Inteligencia Artificial para impulsar la educación del futuro son infinitas, en tanto sea la tecnología la que se encuentre al servicio de las instituciones y los estudiantes.
¿Existe una sola respuesta correcta? Lo más probable es que no. Pero lo que sí sabemos es que, tanto en aspectos relacionados a nuevas herramientas tecnológicas como en cualquier práctica emergente, hasta que no nos adentremos en el tema, no sabremos nada con exactitud.
Así es que decidimos preguntarnos: ¿tiene ChatGPT el potencial para escribir una tesis desde cero, por ejemplo?
¿Este párrafo es coherente y correcto? Sí. ¿Lo hace eso un texto académico robusto y original, que facilita al alumno la posibilidad de no tener que escribir ni una sola palabra para obtener su título? Pues, no estamos tan seguros.
Entonces volvemos a una premisa que se impone siempre en estos debates: las tecnologías en general, y la Inteligencia Artificial en particular, no son buenas o malas, oportunidades o amenazas por sí mismas. Dependen del uso, del contexto y del provecho que las personas usuarias puedan sacar de ellas.
Inteligencia Artificial y Educación: una tendencia que no para de crecer
Hace tiempo que la Inteligencia Artificial gana terreno dentro del mundo de la educación. Tecnologías que permiten medir el desempeño estudiantil, ayudar a los docentes a seleccionar los contenidos indicados, o incluso contribuir a lograr organizaciones más rentables, hoy están al alcance de todas las instituciones y son parte del stack tecnológico de la mayoría de las grandes universidades, escuelas e institutos de nuestra región.
¿Cómo la Inteligencia Artificial puede ayudar a las instituciones educativas?
El elefante en la habitación: el futuro de la Educación está en la tecnología
Muchas instituciones no hablan profundamente sobre ello, pero está ahí. La Inteligencia Artificial en particular, y la tecnología en general, no están emergiendo ahora. Convivimos hace tiempo con cientos de herramientas más o menos complejas, que van construyendo el escenario de la Educación del futuro.
La Inteligencia Artificial está transformando rápidamente el campo de la educación al proporcionar formas nuevas e innovadoras de mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. Una de las formas más significativas es la capacidad de detectar el nivel de riesgo de deserción en los estudiantes y recomendar acciones puntuales para asegurar la permanencia, con foco en las necesidades de cada individuo. Y en este sentido, la IA nos permite crear una Educación centrada en las personas.
La IA tiene un enorme poder para analizar datos y brindar información sobre el desempeño de los estudiantes y los patrones de aprendizaje. Esto puede ayudar a los educadores a identificar áreas en las que los estudiantes pueden tener dificultades y proporcionar apoyo y recursos específicos para mejorar su desempeño. Un ejemplo es la aplicación de Machine Learning para predecir el desempeño de los estudiantes, lo que permite a los educadores brindar intervenciones tempranas y apoyo a los estudiantes que pueden estar en riesgo de quedarse atrás.
En conclusión, la IA está transformando rápidamente el campo de la educación al proporcionar formas nuevas e innovadoras de mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. Con su capacidad para proporcionar instrucción personalizada, entornos de aprendizaje inmersivos y conocimientos basados en datos, la IA tiene el potencial de revolucionar la forma en que enseñamos y aprendemos.
Comparte en tus redes
Regístrate y recibe las últimas novedades del mundo EdTech
Producto
Ed Machina